Promesas con fecha de caducidad, esas palabras que se las lleva el viento.
Sueño con un mundo, el mundo del que tu siempre hablas, un mundo en el que me querrás siempre, cada día será mejor que el anterior, un mundo en el que a tu lado no existirán los llantos, no habrá tristezas, sueño con despertarme cada día y escuchar un "buenos días princesa", sueño con todo eso que tu cuentas. Tenerte siempre apoyandome en todo momento, ayudándome cada vez que diera un paso a delante. Me ilusiono al oir que si yo salto tu te tiras conmigo, es maravilloso, cuando escucho que siempre estaremos unidos, que el mundo se queda pequeño bajo nuestros pies, y que nada es invencible.
Trágicamente, las palabras se las lleva el viento, y lo que dices y lo que haces no concuerda.
Dijimos que nos querríamos siempre, yo lo estoy cumpliendo. ¿Tú? Tenemos un problema, o tu concepto de siempre es un tanto diferente al del resto del mundo, o no sirven de nada tus promesas. Cuántas veces me encontré sola, cuántas veces mire a los lados y no te encontre cuando tenía un problema. No sólo no conseguistes que mi mundo contigo se librara de tardes llorando, si no que aumentastes los motivos por los que hacerlo.
"Siempre estaremos unidos, el mundo se queda pequeño bajo nuestros pies, y que nada es invencible" Cambiemos el sentido de la frase. "Nada es para siempre, sin ti, soy yo la vencida bajo los pies del mundo"
Triste, pero cierto.
Siempre es un sí que no acaba nunca. La próxima vez, piensa antes de hablar.
ISA
No hay comentarios:
Publicar un comentario